martes, 26 de octubre de 2010

EL MENSAJE DE RAJOY

Hasta el día de hoy no había sentido la necesidad de comentar aquí las palabras del alcalde de Valladolid, el “popular” León de la Riva, acerca de los morritos de la ministra Leire Pajín. Sus palabras eran lo suficiente y objetivamente reprobables como para que yo sintiera que no tenía nada más que aportar a lo ya dicho. Pero después de conocer hoy que el líder de su partido, el señor Rajoy, le mandó un mensaje al móvil mostrándole todo su apoyo, mis dedos han sentido la compulsiva necesidad de cabalgar por mi teclado para abordar el asunto. Y no es que ahora piense que lo que diga pueda aportar nada a lo ya expresado del tema; mi motivación es mucho más visceral y sólo responde a la necesidad de vomitar –en sentido metafórico, aunque puede ser que la expresión sea más humana de lo que imaginaba- sobre el folio en blanco.

El audaz y verborreico alcalde se jacta ahora de haber recibido un sms en el que Rajoy lo disculpaba. Mientras tanto, el PP, ni confirma ni desmiente. Su portavoz en el congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien imagino que los morritos de la Pajín no deben despertarle ningún interés especial –aunque estas cosas nunca se saben- dice que lo importante es que el señor de la Riva ya pidió disculpas. Y digo yo que para pedir disculpas como lo hizo, mejor seguir insultando, que por lo menos le ha valido la palmadita en la espalda del jefe.

Lo malo de todo esto es que nunca tendremos acceso al contenido de ese mensaje. No acabo de imaginarme al siempre tibio señor Rajoy diciéndole cosas como “y quién no ha pensado lo mismo” o “es que se visten como putas”, pero estas cosas nunca se saben.

2 comentarios:

  1. Para algunos, los pilares de la tierra se tambalean si alguien dice en publico un comentario sexista, cuando en petit comite hasta el mas pintado hace ese tipo de alocuciones. ¿que pasa, que si lo digo en un medio de comunicacion en vez de en una tertulia con amigos esta mal?
    Amigo Garrido, basta ya de sociedades con doble moral, porque nos rasgamos las vestiduras por cosas como estas pero aplaudimos que algunos se sienten a negociar con asesinos.

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  2. Amigo jorirateño, la mujer del César, además de ser honesta, tiene que parecerlo. Para tus adentros o en la trinchera de tu sofá puedes pensar lo que quieras -tú y el señor de la Riva- pero cuando has sido elegido democráticamente para desarrollar un cargo público tienes que ser consciente de que tu voz representa a la voz no sólo del que te ha votado, sino de toda la ciudadanía por la que trabajas. Así que si el alcalde de Valladolid se presenta como un perfecto misógino o un homófobo empedernido -que no sé si será el caso- será una actitud que tendrá que guardar para lo más privado de su círculo íntimo, pero no podrá hacer de su capa un sayo ni de sus pensamientos bandera.
    Un abrazo.

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