lunes, 15 de noviembre de 2010

IMBECILIDAD CONCENTRADA

La imbecilidad no tiene límites. No entiende de raza, sexo, nivel cultural, religión o estamento social. Hay imbéciles altos, bajos, rubios, barrigones, con pantuflas y de Dior. Lo que sí que es verdad es que hay situaciones en las que una alta dosis de imbecilidad parece concentrarse en un lugar determinado. Y que conste que yo soy de los que piensan que la imbecilidad, como la razón, es algo que está distribuido homogéneamente en la población. Pero, como digo, hay situaciones especiales. Y el contexto de la proximidad de unas elecciones es el nicho idóneo para que los imbéciles aparezcan y se muestren sin pudor.

En la actualidad ya se ven en el horizonte los comicios catalanes, y como no podía ser de otro modo, la imbecilidad no puede faltar en esta carrera política, como no puede faltar el apuntador en los mítines o el tonto en la primera fila. Ha sido el señor –y disculpen los señores- Puigcercos quien se ha encargado de poner de manifiesto que para ser político no hace falta ser inteligente. Y es que en su discurso de este pasado fin de semana ha dicho que “En Andalucía no paga impuestos ni Dios”. Como diría el entrenador del Sporting de Gijón, Manuel Preciado, “si lo ha dicho en serio, es un canalla”; y yo añado “si lo ha dicho para ganarse un puñado de votos con su rancio catalanismo, además de canalla es un sinvergüenza indeseable”.

Pero bueno, el empeño de la carrera política es un continuo de estrategias, así que imagino que si ha incluido eso en su discurso es porque parte de su electorado quería escucharlo. No hay motivo para suponerle una inteligencia mayor. Y como con la televisión basura, se genera el debate de si el espectador recibe lo que quiere o simplemente digiere lo que hay, independiente de su calidad. Mi deseo, en cualquier caso, es que esas palabras se le indigesten al dirigente de ERC y que el corte de digestión le dure hasta bien acabadas las elecciones. Mientras tanto, que disfrute del camino…

2 comentarios:

  1. Amigo Garrido,comparto tu indignación porque como decía el filosofo:" la inteligencia tiene limites pero la tontería no".
    Por otro lado, no me gustaría que el amor propio herído cegara nuestra capacidad de relativizar las cosas ( como le ocurrío a Preciado por cierto). Lo dicho por este hombre es una excentricidad demagógica pero es lo que muchos piensan de nosotros los andaluces unido a todos los tópicos que le siguen. Tal vez deberíamos hacer un ejercicio de introspección para descubrir que parte de nuestro comportamiento hace que este estereotipo siga vigente incluso entre los propios andaluces que residen en Cataluña.
    A lo mejor tanta cultura del subsidio, del no me muevo a otro sitio,de esto sin IVA claro, etc.... ayuda algo.

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  2. En cualquier caso, amigo jorirateño, nada justifica que un politicucho de tres al cuarto utilice este tipo de subnormalidades para recibir el jaleo público y el aplauso fácil. No voy a entrar en la parte de razón que tienen todos los tópicos que salpican la geografía de nuestro país -catalanes tacaños, madrileños chulos, gallegos ambiguos...-, pero hay que tener en cuenta que son eso, tópicos, por lo que además de ser injusto su uso generalizado suelen usarse más como una arma arrojadiza que como un descriptivo de la realidad.
    Un abrazo.

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