martes, 9 de noviembre de 2010

LA PAZ EN EL SÁHARA

“Marruecos culpable, España responsable”, coreaban ayer centenares de personas en muchas ciudades de nuestro país. Y es que no son pocas las voces que exigen a nuestro gobierno que tome alguna medida frente a los hechos que se están desarrollando estos días en el Sáhara Occidental. No es mi intención, esta vez, hacer valoraciones políticas, pero sí que considero necesario aclarar que esa responsabilidad está totalmente justificada en el contexto histórico de la zona. Porque no hay que olvidar que la región del Sáhara Occidental fue una colonia y luego una provincia española. Lo fue desde el siglo XIX hasta el año 1976, cuando, tras la marcha verde, España lo abandonó. Y el abandono fue tal. Un abandono a su suerte.

Con la firma de los Acuerdos de Madrid, el gobierno español se desentendió de la administración del Sáhara Occidental –a favor de Marruecos y Mauritania-, pero no de la soberanía. La legalidad de estos acuerdos siempre ha sido cuestionada por las Naciones Unidas hasta el punto de que a día de hoy los territorios siguen teniendo, para la ONU, la consideración de “territorio pendiente de descolonizar”.

En ese mismo año de 1976, el Frente Polisario proclamó la independencia del territorio dando lugar a la República Árabe Saharaui Democrática, que es reconocida por un gran número de países, pero no por Marruecos, que exige para sí estos terrenos. A día de hoy parece ser que entre el gobierno marroquí y el Frente Polisario ha comenzado un diálogo que pretende acabar con esta disputa que dura ya más de treinta años. España, mientras tanto, intenta ejercer de árbitro, sin querer hacer mucho ruido. Y es que cada vez que el conflicto se reaviva surgen voces africanas que exigen a las ciudades de Ceuta y Melilla. Hay que tener en cuenta que el caso no es comparable ya que ambas ciudades autónomas nunca han sido colonias sino parte del gobierno español desde antes incluso de la existencia del reino marroquí. Pero sí que es verdad que a nuestro gobierno parecen no convencerle sus propios argumentos. Por eso, cada vez que se relaciona el Sáhara Occidental con Ceuta y Melilla, España agacha las orejas y da un paso atrás. Pero esta vez hay que ser valientes y decididos. Nuestra historia nos lo exige. Y del mismo modo que tienen que defender las banderas de las dos ciudades autónomas tienen que contribuir a la paz en lo que fue el Sáhara español.

2 comentarios:

  1. Cuanto daño hizo el amigo Cervantes al plasmar esa impronta quijotesca en el ideario de los españoles.A mi también me parece lamentable la situación del pueblo saharaui pero de ahí a fustigarnos por nuestra falta de compromiso me parece absurdo, sobre todo cuando desde naciones unidas o la misma Union europea no hay una posición de fuerza común. ¿ Por que España ha de ser el adalid de esta empresa ? porque somos los creadores de la Alianza de las Civilizaciones, porque somos el buen samaritano, porque somos los únicos con conciencia social en el mundo.....
    Nos guste o no ese territorio no es español sino marroquí por lo que nuestro papel ha de ser a lo sumo el de promotor de la acción internacional.
    Basta ya de chantajes históricos porque los mismos que claman nuestra intervención contra las posturas del reino alauíta son los que luego van pregonando las bondades de su cultura.

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  2. Amigo jorirateño, lamento decir que estás muy equivocado. No es cuestión de ser "el buen samaritano" y todo esto nada tiene que ver con la Alianza de Civilizaciones. Considéralo como un mero tema de justicia histórica. Tambiés estás equivocado en cuanto a la soberanía del Sáhara -y este es un dato totalmente objetivo-. El territorio NO pertenece a Marruecos.
    En cualquier caso, aquí tendrás siempre tu sitio para que tu voz se oiga.
    Un abrazo.

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